Nos dejó a tres cuadras.
El hotel, Atlantic suites, un poco venido a bajo en detalles de terminación pero cómodo, con aire acondicionado y miniheladera... y en pleno centro.
Todos nos habían dicho que Guayaquil era una ciudad portuaria más, como la de cualquier otro país. Y efectivamente es así, salvo dos excepciones por las cuales vale la pena ir a Guayaquil.
El parque de las Iguanas, y el malecón (costanera) 2000.
Para un citadino, que está de vacaciones buscando paz, y que viene de la antigua y colonial Cuenca, Guayaquil es un baldazo de agua, con taladros constantes de calles en arreglo y las bocinas del tráfico.
Me imagino que si uno no vive en una ciudad, le encuentra otros atractivos a Guayaquil.
El día que llegamos fuimos como a las 6 de la tarde al parque de las iguanas que nos super decepcionó porque había uno, o dos... tristisimo... hasta que de repente vimos arriba de un árbol y había una iguana atrás de otra, entrando ya en los dulces sueños, lleno lleno... Luego de sentirnos medio tontos por pensar que el famoso parque de las iguanas constaba de dos iguanas que eran tan grandes y viejas que ya no podían subir al árbol, decidimos volver al día siguiente para ver el parque en su esplendor.,
Antes del parque habíamos ido a pasear a la costanera, llamada malecón 2000. HERMOSOOO. Super cuidado, con juegos, bebederos, una vista hermosa, un centro comercial, donde comimos una saludable comida chatarra (tanto en las sierras como en guayaquil comen todo muy fritooo) y lo más lindo del malecón... sus jardines. Dentro de la misma costanera hay un paseo largo de unos jardines super cuidados y frondosos que representan distintas áreas. La jungla, el bosque húmedo, etc... Nos quedamos un largo rato ahí. Dimos de comer a los patos, intentamos agarrar el bus turístico que nunca llegó y nos fuimos al parque de las iguanas.
Nuestras mañanas son largas ya que el despertador joaquin tiene hora clavada en las seis y media asique tempranito volvimos al parque de las iguanas, cuando llegamos todavía dormina, pero a media mañana se convirtió realmente en el parque de las iguanas, cerca de 200 iguanas de todos los tamaños asoleándose, comiendo, corriendo a algún turista por todo el parque. Una experiencia única, al rato de estar viéndolas por todos lados llego una persona con una carretilla llena de vegetales y a medida que iba acercándose se les iban subiendo las iguanas para comer!!! jajajaj todo fue muy divertido.Nosotros no tuvimos problemas, pero había una señora que estaba amantando tranquila en un banquito de la plaza, como si nada, la mañana estaba fantástica y de repente la empiezan a arrinconar iguanas, atraídas por el gorrito de la bebe y llegan mas iguanas, en esa la mujer intimidada se levanta y se corre y se le cae en ese ínterin el gorrito de la bebe!!! al gorrito se fueron todas las iguanas y se lo peleaban entre ellas!! no termina ahí... cuando la señora encargada del parque se da cuenta ahuyenta a las iguanas y le devuelve el gorrito a la señora cosa que genero que las iguanas la seguian arrinconando a tal punto que la señora con su bebe se tuvo que ir del parque!!
Luego del gran espectáculo de la mañana completita nos fuimos a desayunar para proseguir con nuestro viaje, destino: Puerto lopez!
